El desayuno puede convertirse en una actividad indigesta cuando, como es mi caso, se combina con el repaso de los titulares de prensa. Las páginas 186 y siguientes del teletexto de TVE son una actividad que levantan úlceras en el estómago y ampollas en el corazón de quienes se sienten optimistas y confiados en el género humano.
Estos días, la polvareda derechista alrededor del 15-M no malgasta en epítetos insultantes, pero la mezcla de velocidad y tocino alcanza límites estratosféricos. Como no estoy sujeto a las normas políticamente correctas del periodismo – y se ve a kilómetros que ellos tampoco – no estoy en la obligación de esconder que el siguiente titular de “
“JUVENTUD QUE NO SE INDIGNA: La selección española sub-21 dio un ejemplo de lucha a su generación al imponerse a Suiza (0-2) en la final del Europeo”.
Seas o no seas un amante del fútbol, ante este titular que destaca de forma tan torticera el triunfo de la cantera de la selección española en el campeonato de Europa, no puedes dejar de preguntarte que tiene que ver el culo con las témporas, o los cojones para comer trigo. O dicho de otro modo: qué clase de ejemplo de lucha diaria suponen once (veintidós en este caso, que es la convocatoria completa del equipo español) tíos pegando patadas a un balón. Muchos de ellos son profesionales cobrando una pasta en clubes de primera fila o con expectativas serias de tener esa preferencia en sueldo y condiciones laborales, lo que ya supone un agravio con respecto a las futbolistas de Superliga, que estando en los clubes punteros no disponen de licencia profesional, no cotizan a
Pero es que además supone otro agravio comparar a esta “juventud no indignada” con la que, joven y menos joven, y también veterana, que está en las calles pidiendo lo que consideran justo para sufrir un desprecio injusto por parte de medios como éste de los señores Lara y Marhuenda, de don César Vidal y Jon Juaristi, y de las señoras Marta Robles e Irene Villa, cuya desconexión con la realidad es tan completa como la de la clase política que, con orejeras de burro y actitud paternalista, dice comprender las motivaciones pero sigue negando el pan y la sal a quienes, desde mi modesta opinión, llevan más razón que un santo. Los futbolistas de la selección sub-21 pueden dar lecciones de control, pase, regate y disparo a puerta, pero conozco a varias personas que le darían cien vueltas a la hora de enfrentarse a los problemas cotidianos y a la lucha contra las injusticias, desde la medida de sus posibilidades, y que podría darle un ejemplo de similares proporciones al que los señores de “
Conozco gente del circo que ha estado en el Líbano, Marruecos y
Podría formarse con todos ellos una selección de personas perfectamente válidas para debatir con la selección sub-21 quién tiene mayores posibilidades de dar lecciones a quién sobre lucha diaria y por qué está justificada la indignación. Pero con ellos no va la polémica. La polémica la han montado los “broncas” de “
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