lunes, 27 de junio de 2011

GILIPOLLECES LAS MÍNIMAS












El desayuno puede convertirse en una actividad indigesta cuando, como es mi caso, se combina con el repaso de los titulares de prensa. Las páginas 186 y siguientes del teletexto de TVE son una actividad que levantan úlceras en el estómago y ampollas en el corazón de quienes se sienten optimistas y confiados en el género humano.

Estos días, la polvareda derechista alrededor del 15-M no malgasta en epítetos insultantes, pero la mezcla de velocidad y tocino alcanza límites estratosféricos. Como no estoy sujeto a las normas políticamente correctas del periodismo – y se ve a kilómetros que ellos tampoco – no estoy en la obligación de esconder que el siguiente titular de “La Razón”, leído en la mañana de hoy 26 de junio de 2011, es una soberana gilipollez. Juzguen ustedes:


“JUVENTUD QUE NO SE INDIGNA: La selección española sub-21 dio un ejemplo de lucha a su generación al imponerse a Suiza (0-2) en la final del Europeo”.

Seas o no seas un amante del fútbol, ante este titular que destaca de forma tan torticera el triunfo de la cantera de la selección española en el campeonato de Europa, no puedes dejar de preguntarte que tiene que ver el culo con las témporas, o los cojones para comer trigo. O dicho de otro modo: qué clase de ejemplo de lucha diaria suponen once (veintidós en este caso, que es la convocatoria completa del equipo español) tíos pegando patadas a un balón. Muchos de ellos son profesionales cobrando una pasta en clubes de primera fila o con expectativas serias de tener esa preferencia en sueldo y condiciones laborales, lo que ya supone un agravio con respecto a las futbolistas de Superliga, que estando en los clubes punteros no disponen de licencia profesional, no cotizan a la Seguridad Social por lo que cobran (una miseria en comparación con los emolumentos que perciben aquellos) y encima, como es el caso de las campeonas del presente año, el Rayo Vallecano, se han tenido que pasar más de media temporada en la incertidumbre de no saber si iban a percibir las cantidades fijadas en sus contratos y sin saber si el equipo, como fueron los casos del Sabadell y el Levante, iba a tener continuidad al año siguiente.

Pero es que además supone otro agravio comparar a esta “juventud no indignada” con la que, joven y menos joven, y también veterana, que está en las calles pidiendo lo que consideran justo para sufrir un desprecio injusto por parte de medios como éste de los señores Lara y Marhuenda, de don César Vidal y Jon Juaristi, y de las señoras Marta Robles e Irene Villa, cuya desconexión con la realidad es tan completa como la de la clase política que, con orejeras de burro y actitud paternalista, dice comprender las motivaciones pero sigue negando el pan y la sal a quienes, desde mi modesta opinión, llevan más razón que un santo. Los futbolistas de la selección sub-21 pueden dar lecciones de control, pase, regate y disparo a puerta, pero conozco a varias personas que le darían cien vueltas a la hora de enfrentarse a los problemas cotidianos y a la lucha contra las injusticias, desde la medida de sus posibilidades, y que podría darle un ejemplo de similares proporciones al que los señores de “La Razón” dicen ellos podrían darles.

Conozco gente del circo que ha estado en el Líbano, Marruecos y la India llevando un poco de alegría a niños pobres y tristes con un futuro incluso más sombrío que el que nos espera a nosotros y han recibido de ellos más alegría que la de todos los campeonatos del mundo de fútbol juntos. Gente con alma viajera que ha llenado su mochila de experiencias que están poniendo en práctica en la organización de Sol. Conozco gente con másters en Inglaterra que se han pasado noches y noches en la plaza madrileña; otras que se han formado de manera autodidacta y se han labrado un porvenir, a más largo o más corto plazo, eso da igual, a base de paciencia y redaños, y lo mismo han estado cantando y haciendo números de improvisación en la Sala Galileo que por amor al arte en asambleas de barrio o por puro amor en los campamentos saharauis de Argelia. Profesoras de inglés que ejercen de cantautoras; artistas gráficas que aman a Grecia y a los griegos (a uno en especial); editores argentinos que organizan recitales de poesía; maestras de primaria que echan una mano en clases para inmigrantes; escritores aficionados de alma republicana con una licenciatura en empresariales que no les ha servido para comprender si las empresas tienen alma o sólo estómago; cansautores que un día tocan una rumba como al siguiente reflejan ácidamente lo infame de la juventud decrépita; estudiantes de Derecho de ninguna parte y todas a la vez que realizan cortometrajes y se desgañitan ante un micrófono. Y entre los mayores, un viejo militante de las Juventudes Socialistas que declaraba orgulloso haber luchado en la guerra con los nacionales, “porque quienes se decían nacionales no fueron más que unos traidores”. Aviso para navegantes “diestros”: no conviene olvidar que, en la escena europea, los patriotas de la Segunda Guerra Mundial fueron quienes lucharon contra el fascismo

Podría formarse con todos ellos una selección de personas perfectamente válidas para debatir con la selección sub-21 quién tiene mayores posibilidades de dar lecciones a quién sobre lucha diaria y por qué está justificada la indignación. Pero con ellos no va la polémica. La polémica la han montado los “broncas” de “La Razón”, empecinados en ver ETA donde pone “peta”, “zeta”, “jeta” o “panceta” y en restar credibilidad mediante una merma de la suya propia. Con los jugadores, podemos echar un partido por divertirnos. Con los periodistas del mentado diario, sólo caber echar un pulso, dialécticamente hablando: a ver quién lleva verdaderamente la “Razón”. Con las tonterías acumuladas en sus titulares de los últimos días, su empeño en darnos ventaja es francamente de agradecer.

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